Teatro Documental: La Última Casa del Barrio

ISBN en trámite

Autora: Orietta Grendi

Correo electrónico: oriettagrendi@gmail.com

Registro de propiedad Intelectual, Chile: N°2020 – A – 2822

Se prohíbe todo uso comercial de sus contenidos, por cualquier forma, medio o soporte, sin una autorización expresa y por escrito de esta autora.

El texto dramático que se presenta fue escrito a principios de la pandemia de 2020, es producto de las investigaciones que llevo realizando hacia más de 10 años en el ámbito de la memoria y el patrimonio cultural inmaterial. Persigue entregar herramientas para la reflexión, discusión y análisis sobre el Patrimonio Marginal que muchas veces es invisibilizado por el mercado económico y cultural dominante y, que conforman los espacios territoriales e inmateriales más desconocidos por el ciudadano común, así como también la gentrificación – concepto ampliamente desarrollado por García Canclini – resultado y consecuencia atribuido al desarrollo.

Se ha trabajado en base a información etnográfica del barrio que dio origen a lo que hoy se conoce en Chile como “Barrio Italia”.

La puesta en escena debe realizarse, idealmente, en una casa y también en el espacio público (calles del barrio en donde se realicen las funciones). Es posible que – dependiendo del lugar donde se materialice el montaje – se requiera cambiar algunos datos de ubicación espacial e integrar datos reales, que aporten a dar información sobre el lugar en el que se realizará la puesta en escena.

La propuesta es que los espectadores cumplan el rol de invitados, clientes y testigos.

PERSONAJES: LUZ Y ESTER

LUZ: Mujer soltera, de 29 años aprox.

ESTER: Mujer casada, de 55 años.

Las características de los personajes están dadas en el texto.

Los personajes, sus nombres y la historia que se presenta son ficción.

ESCENA PRIMERA

Luz trabaja en una inmobiliaria. Ella es la encargada de captar nuevos clientes para que los ancianos vendan las casas de los barrios antiguos. Hoy le toca mostrar la casa de su abuelo. Espera vender los objetos de la casa.

Ella dará una pequeña charla introductoria sobre el barrio con el objetivo de promocionar la venta de garaje.

La charla se inicia en el espacio-calle. Y a medida que Luz va contando la historia, va avanzando, con los asistentes (público) hacia la casa. El monólogo se debe realizar como si los asistentes estuvieran siendo parte de una ruta turística-patrimonial.

LUZ:    Buenas noches, sean todas y todos muy bienvenidas y bienvenidos. Mi nombre es Luz. Hoy descubriremos tesoros tan particulares de este Barrio, conocido – por cierto – en el mundo entero. La casa a la que nos dirigimos perteneció a una de las familias fundadoras del Barrio Italia y está próxima a cumplir 100 años.

¿Sabían ustedes que durante la Colonia este fue el sector agrícola de la ciudad de Santiago? Es aquí donde se instalaron los campos de Cultivo de Los Jesuitas y posteriormente fue el lugar elegido por la Iglesia Católica para instalar sus congregaciones.

Aproximadamente, el año 1910 llegan a este barrio migrantes europeos (italianos, casi todos), quienes, con empuje, conocimiento y ganas de emprender, crearon empresas y dieron trabajo a los primeros obreros del barrio, Campesinos, que huyendo de la pobreza encontraron aquí, la tierra prometida.

¡Así nace Barrio Italia!

Fue aquí donde se fundaron las primeras empresas del Diseño…porque ¿¡Quién no conoce o ha escuchado hablar de la sombrerería Girardi, de la familia Girardi, ícono de la moda de principios del siglo 20!? (por cierto, el dueño de la propiedad que vamos a visitar fue uno de los obreros de la sombrerería…), porque antiguamente ser obrero era sinónimo de artesano. Un poco más hacia el norte, se instaló la fábrica de enlozados FANTUZZI, sus dueños eran oriundos de Treviso. Italia. Muchos de ustedes conocerán – estoy segura – el Palacio Sermini, ubicado en José Manuel Infante, esquina Jesuitas, muestra fiel de nuestro Barrio y de sus habitantes.

En la actualidad, la calle Caupolicán está destinada al comercio de las antigüedades, labor que durante muchos años han desarrollado las personas que acaban de ver, ellos en los años 80 llegaron a este barrio y se hacían llamar: Busquillas, ya que su labor consistía en buscar “cachueros” y vendérselos a gente especializada, como nosotros.

En el ámbito de la flora y la fauna este barrio cuenta con Dengues. El Dengue es una planta representativa de la zona y en peligro de extinción, es un arbusto que en su esencia contiene flores en forma de estrella, en dos colores, fucsia, blanco, amarillo…da igual. Cada flor es distinta a la otra…es hermosa…

Podríamos decir que los detalles que conforman este barrio contiene elementos de otros habitares; este jardín, por ejemplo, nació gracias al aporte de antiguos vecinos quienes donaron a la memoria del Barrio, sus Lirios. La casa de los lirios Morados.

Cuenta la leyenda que la gente – cuando pasaba – se sacaba fotos en su   fachada ya que era muy lindo ver el contraste del morado con el amarillo de su muro.  Cuando ustedes se vayan pueden buscar al final de la calle y – al llegar a Santa Isabel – encontrarán junto a la reja de la mampara, un pedacito muy pequeño de muro amarillo (ENTRE RISAS) ¡Suerte que a los nuevos vecinos no les alcanzó la pintura! Así podemos apreciar los detalles de este antiguo patrimonio.

CUANDO LLEGAN A LA PUERTA DE LA ÚLTIMA CASA DEL BARRIO, HAY UNA   MUJER JOVEN, VESTIDA COMO DE FIESTA DE LOS AÑOS ´60, MIRANDO HACIA LA ESQUINA. ES LA REPRESENTACIÓN DE LA DUEÑA DE CASA, LA MAMÁ DE LUZ.

En unos segundos más, entraremos de lleno a la casa y para eso, necesito pedirles un pequeño favor. Me imagino que saben lo que es: Sus celulares.

Vamos a hacer el siguiente ejercicio, por favor lo toman con su mano preferida.

AQUÍ EMPIEZA UN PEQUEÑO Y ACOTADO JUEGO MOSTRAR, INTERCAMBIAR, DEVOLVER Y APAGAR. LUEGO, LOS HACE REPETIR LO SIGUIENTE:

Vamos a apagar el celular. Lo apagamos, eso significa que no lo dejamos en silencio, no lo ponemos con vibración. No. La luz molesta. La luz del celular no yo, eso está claro, jajaja.

Si alguien necesita ayuda, por favor me avisa, estoy aquí para eso. Repitan después de mí:

«Tengo vida propia; no te necesito.»

Lo guardamos en nuestro bolsillo, en nuestra cartera y no lo volvemos a sacar.

SUENA EL TELEFONO (RESPONDES Y DICES: Ya llegué.

Pasen.

Se me olvidó mencionar un pequeño detalle: Todavía queda la última habitante de la casa, pero no se preocupen, se está yendo y no los molestará.

Pongan mucha atención en lo que van a presenciar…las historias y los objetos, son únicos…no se arrepentirán.

                        ¡Bienvenidos y bienvenidas a la última casa del Barrio!

¡Ups! Ley de Merphy, mil perdones. Les pido por favor que me esperen unos minutitos. ¡No toquen nada hasta que vuelva!

SUENA UN MENSAJE DE TEXTO. ESTO DE SONAR MIENTRAS HACES EL RECORRIDO.

EL PÚBLICO ENTRA, SE INSTALA CON LAS AYUDA DE DOS ASISTENTES. SE INSTALAN EN UNA SALA DE LA CASA.

APAGÓN

ESCENA SEGUNDA

SE ENCIENDE, DESDE UN RINCÓN, VISIBLE PARA LOS ESPECTADORES, UNA LÁMPARA. LUZ CENITAL. SE OBSERVA A UNA MUJER MAYOR, LIMPIANDO Y ORDENANDO OBJETOS. REALIZA LA ACCIÓN CON CALMA. ESTÁ PUESTO UN DISCO DE ARMANDO MANZANERO. LUZ SE ASOMA POR LA PUERTA O VENTANA.

ESTER:            SIN MIRAR, SE DA CUENTA QUE LUZ ESTÁ AFUERA. Pasa

LUZ:                ¿Tía, la molesto?

ESTER:            No Lucita, para nada. No se si será la edad, pero últimamente me cuesta mucho dormir, por eso me puse a ordenar. Bueno, en realidad cada vez que vengo a la casa me pasa lo mismo y siempre descubro algo nuevo.

LUZ:                 ¡Ay, Tía, con mi mamá, ¡la echábamos tanto de menos! Es que usted como que ilumina la casa (PEQUEÑA PAUSA). Siempre ha sido así.

ESTER:            (SONRIE) ¡Eres muy amorosa! Será tal vez porque no puedo quedarme quieta, siempre he sido igual. Me gusta mover las cosas para que no se llenen de polvo. MIENTRAS HABLA, ESTER ESTÁ LIMPIANDO OBJETOS, CON MUCHO CUIDADO. SON GESTOS LENTOS, MILIMÉTRICOS.

LUZ:                ¿Le ayudo tía?

ESTER:            No, gracias. Me entretengo recordando.

LUZ:                Si prefiere la dejo y copuchamos mañana. Me imagino que está cansada, el viaje es largo.

ESTER:            No, quédate no más. Me gusta mucho tu compañía.

Me acuerdo cuando eras chiquitita, no tenías más de un año. En ese tiempo yo vivía en la casa. Te sentaba en una silla y te amarraba con el pañal para que no te fueras a caer, y ahí me ponía a ordenar y sacudir, como ahora…y tú te quedabas quieta, mirando, siempre mirando.

Tu mamá a la única persona que dejaba que te cuidara era a mí, ¡es que le costó tanto tenerte! Me acuerdo cuando naciste, eras tan, pero tan pequeñita que entrabas en una caja de zapatos.

LUZ SE HA QUEDADO EN ESO, MIRANDO LA ACCIÓN DE SU TÍA, QUE ES   SACAR DE UNA CAJA OBJETOS QUE LUEGO LIMPIA Y VA DEJANDO SOBRE LA MESA, ACUMULADAMENTE ORDENADOS. PAUSA DE TEXTO, SÓLO ACCIÓN FÍSICA.

ESTER:            Hace un rato sentí que alguien salió, pensé que eras tú.

LUZ:                 No tía, era mi mamá. Desde hace como un año todas las noches hace lo mismo. Le gusta salir a regar las plantas y mirar hacia la calle Caupolicán, se pasa horas en eso: barriendo la calle, regando y mirando hacia la esquina…

ESTER:            Me dio la impresión de que está preocupada, pero aun así se ve muy repuesta. Anda toda arregladita. Se ve muy bien.

LUZ:                 Es que no se si notó, pero se le están empezando a olvidar las cosas y por otra parte creo que está cansada.

ESTER:            Yo creo que es el silencio de tus tíos que la tiene así (PAUSA DE TEXTO MIENTRAS SIGUE REVISANDO UNA CAJA). Lo que si noté es que está más callada, me dio la impresión de que se siente más sola…No sé si desmemoriada o será tal vez que yo también me estoy poniendo vieja y no me doy cuenta de sus olvidos.

LUZ:                No tía, usted está regia, tiene el mundo por delante.

                        PAUSA ¿Y cómo está el tío Oscar?

ESTER:            No sé. Con tu tío casi no nos hablamos, nos comunicamos sólo por WhatsApp: con dedito para arriba o dedito para abajo nada más que para asuntos domésticos y puntuales…comprenderás que con 36 años de matrimonio no hay mucho que decirse. PAUSA

Hoy día pensé en escribirle a tu tío Antonio, pero después me arrepentí. Encuentro insólito tener que escribirle, pero no me responde los llamados ni los mensajes que le he dejado. Él era el más interesado en vender, por eso, la última vez que conversamos le dejé claro que, si la casa se vende, tiene que ser a un particular y no una inmobiliaria. Pero a veces pienso que lo mejor sería hacer lo que propone tu mamá: arrendar por piezas, le sacaríamos más plata, otras pienso que vender…

LUZ:                 ¿Y el tío Tito?

ESTER:            Lo llamé hace como 2 meses y le pedí que nos juntáramos para que viéramos que era lo mejor. Más que mal, tú y tu mamá siempre han vivido en esta casa y hay que pensar bien las cosas. (A mí no me parece mal la idea del arriendo), así que esta mañana en cuando llegué a Santiago lo llamé ¡y me dijo que no estaba seguro, que prefería esperar…! ¿Esperar qué digo yo? No sé cómo no se dan cuenta de la situación. (SE VA ACTIVANDO) Hay que tomar decisiones, no es bueno dejar cosas pendientes. Imagínate después ellos se mueren, tus primos van a querer liquidar todo, ellos no tienen apego a este barrio y menos a esta casa…

LUZ:                Cuando la gente no ve las cosas de cerca…

ESTER:            No entienden nada, mijita, eso cierto. PAUSA. TOMA UNA CAJA Y LA ABRE. – – – – – –

Lucita ¿Conoces esta caja?

LUZ:                No tía.

ESTER:            Esta caja me la regaló mi papá cuando cumplí 10 años. Aquí están los recuerdos de mi infancia. ABRE LA CAJA. TODO LO QUE SACA LO TOMA CON MUCHO CUIDADO. Mira, Estos aros se los regaló mi papá a mi mamá cuando cumplieron 40 años de casados. Me acuerdo que mi papá me pidió que lo acompañara a comprar porque él no se atrevía a ir sólo. ¡Es que era tan corto de genio! Así que juntos los elegimos (en realidad fue más a mi gusto) … una piedra pequeña en cada uno, nada más. No te imaginas la cara de mi mamá cuando recibió el regalo, no podía parar de llorar…imagínate que fueron sus primeros y únicos aros de oro. Es que mi papá era bien cuidadoso con la plata y no la dejaba gastar en “leseras”, decía él.

Mis hermanos ni saben de esta caja, tal vez porque son hombres, y tu mamá no sé si se acuerde. En ese tiempo ella debe haber tenido unos 23 o 24 años, y estaba recién casada con tu papá.

PAUSA DE ACCIÓN Con estas piedras jugábamos con tus tíos a la Papaya. Como era la más chica aprendí a jugar con ellos a la payaya, a la pelota, al rin rin raja (SE RIE) …

PAUSA DE ACCIÓN ¡No me acordaba de esto! … ¡Mi última libreta de notas! Siempre fui buena alumna, tu mamita en cambio era negada para la escuela. Desde chica, siempre quise ser enfermera, tu mamá estaba tan ilusionada con que yo fuera a seguir estudiando que me abrió una libreta de ahorros…es esta… pero justo, el último año de liceo me puse a pololear con el Oscar y me puse tonta…me enamoré y entonces la plata que me había ahorrado para los estudios la usamos para mi vestido. Esta es la primera carta de amor que recibí, me la escribió tu tío…porque en esos años uno escribía (huele) y le ponía colonia a las cartas… SE QUEDA LEVEMENTE SUSPENDIDA…y esta foto. ¿Sabes quién esa niña?

LUZ:            ¿Tú?

ESTER:            No.

LUZ:                Mi mamá.

ESTER:            No, eres tú cuando cumpliste un año. Esa foto te la saqué en un estudio, sólo yo la tengo.

LUZ:                ¿En serio? Ohhhhhh ¡Que linda! Tía, somos iguales. Me la puedo quedar.

ESTER:            No, no. No. No. no. Todavía no. mi niña. Algún día será tuya, te lo prometo. PAUSA

– – – – – – – – –

LUZ:                Tía.

ESTER:            Si.

LUZ:                Le quería pedir un favor.

ESTER:            Si, claro (MIENTAS ORDENA).

LUZ:                Antes que mi mamá entre, es que es un tema delicado.

ESTER:            (CIERRA LA CAJA Y LA GUARDA). Dígame, Lucita.

LUZ:                Tía, es… que necesito que me ayude a convencer a mi mamá para que venda la casa, lo antes posible. Esta casa es muy grande para ella y está muy vieja. Me refiero a la casa… y a mi mamá, usted me entiende.

ESTER:            Tú sabes cómo es tu mamá cuando se le mete algo en la cabeza. Ella no quiere vender y hay que respetar sus tiempos. Comparto contigo que algo hay que hacer con la casa.

LUZ:                Tía, es que la cosa no es tan fácil. Mi mamá está empecinada con arrendar piezas.  Esta casa no está hecha para eso; le faltan puertas, el baño y la cocina están en el patio…la casa entera está en mal estado…es una casa pobre. Tía, por favor no idealice, usted sabe que este barrio siempre fue pobre. Tía, acuérdese cuando yo era chica y usted y el tío Toño me contaban las historias de este barrio… ¿Se acuerda?   Fue usted la que me enseñó que durante la conquista española vivieron los mestizos,

los yanaconas, puros indios pues tía; luego, que fue en este lugar que se instaló la   beneficencia…acuérdese de las casas de San Vicente de Paul, las que estaban en la esquina; los cités, el conventillo de Caupolicán…La vejez y la pobreza se notan y no              se pueden disfrazar…Para arrendar habría que tener millones, transformar la casa entera. LA IDEA ES QUE EN ESTE TEXTO QUEDE EN EVIDENCIA – PARA EL PÚBLICO – QUE TODO LO QUE LES CONTÓ, DURANTE EL TRAYECTO, ES UNA HISTORIA ADORNADA, QUE LA REALIDAD DEL BARRIO ERA OTRA.

ESTER:            En eso tienes razón. PAUSA. Ya Lucita. Voy a conversar con tu mamá para que se abra a la posibilidad de vender. Eso si, vamos a tener que convencer a tus tíos y no será fácil. Voy a tener que averiguar precios, yo no sé nada de eso…y poner muchos avisos en todos los diarios, también en los negocios del barrio, voy a tener que hacer un letrero que sea bien visible, yo nunca he hecho eso…Parece que me voy a tener que quedar más tiempo del que había pensado. Ah, y con lo que saquemos tu mamita y yo nos podríamos comprar un departamentito a medias, con tres dormitorios ¿Cuánto crees que vale esta casa? PAUSA. Eso sí no se la vendería a cualquiera. Tiene que ser alguien que se comprometa a mejorarla y a cuidarla.

LUZ:                No tía, es que usted no entiende.

ESTER:            ¿Qué cosa?

LUZ:                Lo que necesito es que por favor me ayude para que pueda convencer a mi mamá para que le venda su parte de la casa a la Fundación en que trabajo. PAUSA

ESTER:            ¿Cómo?

LUZ:             ¿Cómo? ¿Qué?

ESTER:            (COMO RECORDANDO, IMPACTADA. CASI EN SUSURRO)

Lucita, hoy me llamó don Juan Zúñiga, el vecino.

LUZ:                 (SIN DEMOSTRAR MUCHA IMPORTANCIA) ¡Que bueno tía!

Ah… (MIENTRAS BOSTEZA). MIRA SU RELOJ DE PULSERA DORADO. ¡Ohhhhh…la hora se nos pasó volando! Mañana entro temprano. Tengo reuniones a primera hora. (BIEN CONTENTA SE ACERCA, APURADA, A DESPEDIRSE DE UN BESO) Buenas noches, tía, mañana seguimos copuchando.

ESTER:            No, por favor quédate unos minutos. Mira Luz, conozco este barrio desde que nací. Hace 4 años que dejé de venir y me cuesta entender porque, a mi regreso ya no encuentro casi a ningún vecino. Todo está todo cambiado. Es cierto que algunos han muerto, pero no todos, es como si hubiese llegado a otro barrio…

Por otra parte, siempre has sido una persona muy empeñosa, una excelente niña. (CUIDADOSA) Mira, te pido disculpas por meterme, no quiero parecer impertinente, pero se lo que cuesta la ropa…y ese reloj que sacaste cuesta plata.

LUZ:                Tía, mi pega me exige vestirme bien y este reloj me lo gané como premio a mis logros profesionales.

ESTER:            Por muchos logros que tengas ese reloj no lo tiene cualquiera y esa ropa que te vi hoy día no puede pagarla la captadora de una Fundación (SILENCIO). Me vas a perdonar, pero por muchas tarjetas que pudieras tener aquí hay algo más. SILENCIO. LA ENFRENTA, SECA.

Luz: Fuiste educada en una familia con valores, buena, que ha predicado con el ejemplo. Jamás ninguno de nosotros ha hecho algo que pudiera avergonzar a la familia o que pudiera dañar a los demás. No sé si me entiendes. (LUZ NO CONTESTA) ¿Ves? …Te quedaste callada. PAUSA.

LUZ:                 Tía, gracias a mi trabajo en la Fundación pago la vida de mi mamá y la muerte de mi papá. Es fácil criticar cuando la gente está afuera del problema.

ESTER:            Luz, jamás te ha faltado nada. Tu papá trabajó toda la vida para darte lo mejor y mira como retribuyes todo lo que has recibido.

LUZ:               Tía, Hace 10 años, cuando mi papá se enfermó, yo recién había cumplido 19, estaba en mi primer año de universidad; él no era adulto mayor así es que no tenía como optar a los beneficios de tercera edad. Mi papá recibía gratis algunos remedios (Paracetamol, Insulina inyectable, Losartan y Desloratadina), pero había otros que teníamos que comprarlos aparte: Las inyecciones mensuales costaban $25.000, los complementos alimenticios, $20.000 mensuales, ¿los remedios importados? $150.000 mensuales. Para algunas enfermedades (hipertensión y diabetes) iba al consultorio y para otras, las más complicadas, le habían avisado en el hospital que tenía que armarse de paciencia y esperar al menos un año más para que lo viera un médico. Por eso lo tuve llevar particular, a una clínica. ¿Sabe usted cuánto costaba en ese tiempo un bono para una cistotomía, comprado por FONASA? $179.000. Eso se lo digo sólo como ejemplo. ¿Sabe cuánto salía un día de cama en la clínica?

ESTER:            Pero por qué nunca dijeron nada. De alguna manera los habríamos ayudado.

LUZ:                 Porque usted sabe cómo es mi mamá, no le gusta molestar. Además, esas cosas no se piden. Imagínese ¿Qué habrían dicho el tío Oscar, el tío Toño, el tío Tito o mis primos si además de vivir gratis les hubiéramos pedido ayuda para pagar las cuentas? y la verdad es que mientras mi papá estuvo enfermo la Caja de Compensación le ofreció un préstamo que todavía estoy pagando.

Para colmo, justo cuando mi papá se estaba muriendo lo contactaron de un parque, muy lindo y con mucha “paz” para ofrecerle una sepultura familiar y se la tuve que comprar porque mi papá quería que sus huesos quedaran juntos con los de mi mamá… ¿Y qué le iba yo a decir? ¿Qué no? ¿Que no había plata? Hasta el día de hoy estoy pagando el Cementerio, porque es a perpetuidad. Con todo esto a mi mamá le vino la depresión y ahí está. Al final tuve que dejar de estudiar…y sumar una nueva deuda: el CAE ¿Sabe usted cuanto recibe mi mamá sumando la jubilación de mi papá y su pensión?

ESTER:            No

LUZ:                $120.000 pesos mensuales.

ESTER:            Lucita, cuando dejaste de estudiar lo lamenté de corazón, pero hay mucha gente que trabaja y estudia…podrías haber hecho lo mismo.

LUZ:                 Ese era plan. Congelé la U y me puse a trabajar para pagar las deudas, y ahí empecé otro calvario. Antes de encontrar este trabajo, trabajaba 12 horas diarias, parada. Fui vendedora de celulares; promotora en supermercado; empaquetadora, guardia ¿Sabe cuánto ganaba? En promedio, líquido $300.000, trabajando en horario de retail. Teniendo no sólo que gastar para vivir, si no que para pagar las deudas. En todas las pegas que postulé me pedían “otros estudios” y yo sólo tenía medio semestre en la universidad.

Durante años me la pasé viviendo humillaciones sistemáticas, abusos laborales, ganando un sueldo de mierda; hasta que una amiga del liceo me ubicó y me invitó a trabajar a la Fundación para ser asistente del dueño, un abogado muy prestigioso, don Julio Alcalde, que hasta ese momento yo no conocía. El me dio la oportunidad. Don Julio se dedica a apadrinar barrios y a ayudar a jóvenes empeñosos como yo y, en este caso la Fundación estaba empezando con proyectos en el Barrio Italia y a él le interesó porque – como soy sociable, tengo buena presencia, conozco el barrio y a los vecinos – pensó que podíamos dar un trato más cercano con la gente, “con mejor llegada”, dice él. De a poco empecé a tener más responsabilidades: primero sólo contestaba un par de llamados telefónicos y revisaba la redacción de algunas cartas con las que buscaban captar nuevos Socios. Lo que más le gustaba a don Julio era que yo le contara de cada vecino de la cuadra, detalles “sencillos, pero humanos”, como dice él.

El sueldo era un poco mejor que el que tenía antes, pero sobre todo me gustó el ambiente de trabajo, el trato. Todos muy profesionales y humanitarios. Empecé a trabajar, por primera vez en mi vida de lunes a viernes, con horario definido de 9 de la mañana a 6 de la tarde y sin turnos. Hasta que, de un día para otro, la persona que estaba a cargo de los Hogares (mi amiga, la hija de don Juan) no fue más a trabajar y yo no supe más de ella…Fue cuando a don Juan se le quemó la casa que tenían en la esquina, pobrecito. ¡en la Fundación quedó la escoba! y ahí fue cuando don Julio – en la desesperación – me pidió, me ofreció, me dio la oportunidad para que hiciera un reemplazo y viera yo el tema de los hogares de la beneficencia y ahí empecé con la pega de Relacionadora Pública (CONTENTA, ORGULLOSA), y eso soy ahora tía…Relacionadora Pública de la Fundación Alcalde. Llevo casi 2 años en el cargo. Y eso es todo tía.

ESTER:            Lucita, te miro, te escucho y no te entiendo ¿Qué tiene que ver la Fundación, los hogares, los ancianos? ¿En qué consiste tu trabajo? ¿Qué haces? ¿Captas clientes?  ¿Es eso?… ¿Hay algo más?

LUZ:                 No es lo que usted piensa, tía. Lo de la Fundación es cierto. Bueno, tal como le decía, la familia Alcalde tiene hogares de beneficencia para ir en ayuda de niños y ancianos, que luego se transforman en socios. Don Julito hace hincapié en que lo llamemos “Socias y Socios”, es más inclusivo, dice él.

En el caso de los niños no me meto mucho, pero lo que sé es que les buscan hogares de gente buena para que se vayan al extranjero y en el caso de los ancianitos, el trabajo de la Fundación es acoger a los más necesitados y darles techo y comida (COMO SLOGAN) “para que tengan una vejez digna”. Mi trabajo consiste en buscar viejos: vecinas, vecinos, abuelitos o abuelitas que tengan su casa propia o un bien raíz, idealmente en el Barrio, cualquier cosita, todo sirve. La Fundación les compra la casa (digámoslo así) a un precio justo y como si fuera poco les administra el dinero para que les de mayor rentabilidad. con eso financian su estadía en uno de los Hogares de la Fundación.

ESTER:            A ver…espera… “Compran casas a vecinos moribundos o endeudados a precio de huevo” me dijo él – “Se quedan con sus jubilaciones y con eso los tienen en un hogar, en condiciones miserables, mientras vivan”, eso me lo dijo don Julio. SILENCIO Y EXPLOSIÓN SOTERRADA Y CONTENIDA.

                        Luz, es una estafa.

LUZ:                 SIN ENTENDER ¿Y por qué tía?

ESTER:            Bueno, porque lo vecinos pierden sus casas, sus familias, sus barrios, su vida, todo pues mijita.

LUZ:                 Tía, no sé en qué mundo vive, pero parece que no se diera cuenta que mi trabajo, más que mal consiste en hacer caridad y ayudar a los viejos para que tengan una vejez digna, ya se lo dije, pues tía. ¿O usted cree que la soledad en que vivía la señora Naty era muy linda? Además, su casa se caía a pedazos… ¿eso era digno, tía?

ESTER:            No puedo entender que no te des cuenta de que cada vez que le compras la casa a un vecino anciano, enf,ermo o pobre, estás hipotecando su vejez y su dignidad, pues mijita.

LUZ:                 Tía por favor no compliques las cosas, ahhhh…(RECUPERANDO LA IMPRONTA)  Todo es más sencillo de lo que piensa, todo…(LA BUSCA CON LA MIRADA) Tía, por  favor…confíe en mi. SE ACERCA A ABRAZARLA PARA REGALONEAR, COMO   NIÑA.

ESTER:            Pero no es tan fácil Luz.

LUZ:                Si tía, ya se…

ESTER:            (COMO DESPERTANDO, SOBRESALTADA) Lucita… ¿Y las casas? ¿Qué pasan con las casas? ¿Por qué desaparecen?

LUZ:                Bueno, porque hay que arreglarlas y eso sale muy caro, entonces…

ESTER:            Entonces…las botan y construyen edificios… ¿Cierto?

LUZ:                 (ESCABULLENDO EL TEMA, EMPIEZA A INTENTAR SALIR DE LA HABITACIÓN) … Bueno tía, sabe, no nos vamos a poner a discutir a estas horas por lo que pasa en todas las ciudades desarrolladas…perdone, pero mi mamita ya está por entrar y lo menos que quiero es que se ponga nerviosa o que se angustie. Sabe, mañana seguimos arreglando el mundo. Buenas noches, tía…

ESTER:            (LA RETIENE CON LA VOZ, SIN GRITOS) Luz ¿Cuántas familias había en esta cuadra? ¿Te acuerdas? Al frente estaba el cité, con 10 familias que vivieron toda su vida ahí, eran nuestros vecinos, gente sencilla, de trabajo, el dueño se murió y de un día para otro los hijos vendieron …PAUSA…y transformaron el cité en un condominio ¿Adonde se fueron esas familias? Y la señora Olga, vivía sola, pero estaba lúcida, yo me acuerdo; hoy día tu mamita me contaba que de un día para otro vendió y desapareció… Y don Juan, él y su familia eran muy buenos vecinos, de toda la vida. Hoy día, él me contó que le habían ofrecido comprar, pero que él no había querido vender…y que después se les quemó la casa y se tuvieron que ir…

Los vecinos desaparecieron y las casas también.

SILENCIO

(SE LLEVA LA MANO A LA BOCA, ES EL ÚNICO MOVIMIENTO) Luz… lo que estás haciendo es matar a este barrio y a los viejos, como les dices tú: matarlos en vida.

LUZ:                 ¡Que fácil es para ti criticar, tía! Tienes todo lo que una persona pudiera desear: marido, buena situación económica, casa propia, …

¿Sabe usted realmente lo que es no tener nada…?

ESTER:            Yo sé muy bien lo que es eso (LUZ LA MIRA SORPRENDIDA):  Hace 36 años que vivo como una mantenida, sin poder conocer otra forma de vivir.

Fui educada y criada como muchas mujeres de mi generación, soñando con casarme y firmar un contrato para toda la vida, que dejamos de estudiar o trabajar para construir un “hogar”, que separamos bienes para no ser interesadas en “lo material” …

Hoy, a mis 55 años no me puedo divorciar, porque la ley me obliga a ser esclava de por vida: debo entender que he sido y soy mantenida por un ser superior, que gracias a él respiro, me alimento, me visto…El será para siempre el dueño de todo lo material que hayamos adquirido (la casa, el auto, los ahorros, los muebles, la cama, todo). La “seguridad económica” es y será mi castigo hasta que muera…y si tengo suerte él partirá primero y en una de esas “heredo lo suyo” …pero los casi 40 años de desamor, de sometimiento, de humillaciones nada ni nadie los podrá borrar o compensar.

Nada de lo que tengo está a mi nombre, nada. Sólo tengo un pedacito de esta casa y millones de recuerdos de un mundo mejor, de detalles, de memoria, de juegos de infancia, de pobreza… y ahora me lo quieres quitar.

SILENCIO

LUZ:                ¿Que dices tía? NO, por ningún motivo. Esta casa no la van a tocar. Ya hablé con don               Julito y se comprometió a dejarla tal como está…

ESTER:            ¿Y tú le crees?

LUZ:                Tía, don Julio es una excelente persona tía, usted no lo conoce.

ESTER:            ¿Cuánto te ofreció?

LUZ:                ¿Qué? Tía, no es lo que usted cree. No sea mal pensada.

ESTER:            ¿Y cómo es, a ver?

LUZ:                 La idea es buena. Se le vende la casa a don Julio, se nos pagaría más que el resto de los vecinos. A mi mamá se la llevan a vivir a una de las suites del hogar que hay en la Dehesa, durante 10 años

ESTER:            ¿Y después?

LUZ:                 Después sigo pagando yo. Don Julio me va a hacer un precio. El lugar es maravilloso, lleno de parques, aire puro, flores, pajaritos…Mi mamá va a estar feliz, por fin la van a atender como se merece: Nunca más barrer, nunca más cocinar, nunca más tendrá que pagar una cuenta. all inclusive, todo incluido tía, todo.

ESTER:            ¿Y qué pasará conmigo? ¿Y contigo?

LUZ:                Yo voy a estar bien, no se preocupe, esta es también una posibilidad para hacer mi propia vida. Yo podría hablar con don Julito para que a usted le dé un poquito más y   estoy segura de que le alcanzará para vivir, se lo prometo. Será libre.

ESTER:            ¿Y cómo lo hacemos con Toño y con Tito?

LUZ:                 Por ellos no se preocupe. Hace unos días mi tío Toño me escribió y algo le conté la idea y me dijo que no está interesado en la plata así es que cedería su parte a la Fundación…

ESTER.            ¿Cuándo hablaste?

LUZ:                RESTÁNDOLE IMPORTANCIA. Hace como dos días, pero no se preocupe, todo está bien.

ESTER:            ¿Y Tito? ¿Hablaste también con Tito?

LUZ:                No tía. A él lo llamó un compañero y pa-re-ce que ya firmó.

ESTER:            ¿Qué?

LUZ:                 CALMÁNDOLA. Tía, no se preocupe tanto, no piense leseras. Yo la voy a ayudar. PAUSA. La verdad es que nunca me imaginé que su vida era tan triste. PAUSA. Pero no se preocupe, todo va a salir bien. LUZ SE HA ACERCADO A LA TIA, LA TIENE ABRAZADA, CONTENIDA.

ESTER:            SE HA ENTREGADO A LUZ. Me conformaría con un departamento chiquitito…ser libre…siempre ha sido mi sueño…de un ambiente… Un lugar donde poder llevar los recuerdos.

Sería ideal encontrar algo aquí en el barrio.

LUZ:                Haré todo lo posible, tía…

ESTER:            Mijita, eres una santa. Te pido perdón por desconfiar.

LUZ:                Tía, todo va a estar bien, todo va a salir bien.

APAGÓN

ESCENA TERCERA

ESTER ESTÁ SOLA, ESTA MUY CONTENTA, ORDENANDO CACHUREOS, LOS MIRA, LOS LIMPIA, LOS GUARDA, DISFRUTA CON LA ACCIÓN. ESCUCHA MÚSICA Y CANTA, LA CANCIÓN “SALTA, SALTA, SALTA PEQUEÑA LANGOSTA”. ESTÁ HABLANDO POR TELÉFONO CON LUZ. MIENTRAS CONVERSA, SE VA CAMBIANDO DE LUGAR ESPACIAL. LA IDEA ES QUE EL PÚBLICO LA EMPIECE A SEGUIR (DESAFÍO HACERLO).

ESTER:           Mijita, no te preocupes, diles por favor que ya tengo casi todo ordenado, la casa está impecable. El único problema es que todavía no me puedo decidir. Llevo ya 7 cajas y no hay nada que pueda dejar.

¿Tu mamita cómo está? Pero hágase un tiempo…no sea ingrata con su madre.

                        Si, te espero.

Hace casi 2 semanas que se fue. Tengo muchas ganas de irla a ver. Es preciosa la Dehesa, pero no hay buena locomoción para allá. Es que queda tan lejos. Lucita usted me dijo que estaba viviendo cerca de su mamá, entonces no le costaría nada ir, pues. Es cosa de organizarse.

              ¿Sabes Lucita?

              ¡Ah? Si, te espero….

Estaba pensando que cuando don Julio me de mi platita, podría destinar una parte para comprarme un auto de segunda mano… ¿Te imaginas? Ese ha sido siempre uno de mis sueños. Imagínate, podría ir a ver a tu mamá todas las semanas. Mijita, le quería comentar otra cosa nada que ver.

              Si, te espero.

Te quería pedir un consejo, lo que pasa es que tengo sentimientos encontrados, es como si el mar interior se revolviera en mi. ¿No señor! No se preocupe. Entiendo.

Por favor dígale que no se olvide de llamar a la tía Est… ¿Aló? CORTARON DEL OTRO LADO. SE DETIENE, MIRA EL TELÉFONO Y SE PONE A CANTAR.      

Escena Cuarta

ESTER: ESTÁ SOLA, SENTADA, MIRANDO AL VACÍO, CON LA CAJA EN SUS MANOS. HAN PASADO, MÁS O MENOS, 4 MESES.

LUZ   SE PASEA SIN ESCUCHAR MUCHO A LA TÍA, ESCRIBE POR WHATSAPP. SE VE ANSIOSA Y CONCENTRADA EN EL TELÉFONO. Si tía.

ESTER:            Es que no puedo dejar de pensar en tu mamá y en cómo me miraba cuando se despidió. ¿Te fijaste que no nos habló? No podía dejar de llorar.  Ya han pasado 4 meses desde que la vi, pero todavía no me la puedo borrar…y no me atrevo a ir a verla, no la quiero hacer sufrir. 

LUZ:                Si, tía, claro.

ESTER:            Por otra parte, creo que tienes razón, es cosa de acostumbrarse. Se cierra una etapa y se me abre la posibilidad de tener, por fin, en mi caso, mi propia vida…SIGUE ORDENANDO, MIENTRAS TARAREA EL TANGO “UNO”, QUE ADEMÁS EMPIEZA A   ESCUCHARSE EN EL TOCADISCOS. ESTA VEZ LO QUE ORDENA SON PLANTAS. LES SACA HOJAS SECAS, LAS ARREGLA. LUZ SACA CUENTAS EN LA CALCULADORA Y MANDA WHATSAPP, ESTÁ MUY CONCENTRADA EN ESO.

DE PRONTO SE ACUERDA DE ALGO. Ah, mijita…Ya le escribí Oscar y le pedí el divorcio…Se que puede parecer una locura, pero ya no daba más… ¿Y sabes lo que le dije? Que le exijo nos repartamos las cosas a medias, porque voy a contratar al mejor abogado. Se que no es fácil, pero voy a luchar hasta el final. Le dije que quiero ser libre y que no es necesario que me responda, que mi abogado lo contactará, bueno cuando lo consiga. Y claro, como siempre ha sido medio zombi para sus cosas, ni siquiera me ha respondido.¡¡¡¡¡¿Lo puedes creer?!!!!…Esta planta se está secando, voy  tener que comprarle abono, pero no tengo plata y te quería pedir un anticipo, para mis gastos,

De todas maneras, mijita, no quiero que te sientas presionada, mientras espero mi platita me puedo seguir quedando aquí. Por mí no se hagan problema. Yo puedo cuidar la casa mientras inicien los trabajos y podrían incluso darle el almuerzo a los maestros. ¿Qué te parece?

LUZ:                (AL CELULAR) ¡Genial!  Tía, le tengo una excelente noticia. Su platita ya está lista. Me avisa el contador que se la depositaron en su cuenta. ABRAZOS, LLANTOS, AGRADECIMIENTOS, LAGRIMAS.

LUZ:                 ¡Ya es libre! (AMOROSA Y FELIZ) No se preocupe nunca más por nada. El chofer la está esperando afuera. En un ratito más le llevo sus cosas. Me tomé el día para que usted se pueda cambiar.

ESTER:            ¿Cómo? No mijita, todavía me falta ordenar muchas piezas…no alcanzo hoy día.  Además, no te olvides que ahora estoy empezando con el tema del divorcio, eso  requ…

LUZ:                COMO RECIÉN ENTERÁNDOSE. ¿Cómo, se va a divorciar? …Pucha tía, no sé qué decir, la felicito. Lo bueno de todo es que su plata ya está en el banco. Hoy día por  cuenta de la Fundación (en realidad por cuenta de don Julito, por ser mi tía) le vamos   a pagar una pieza en un hotel, en el centro donde es más seguro, se respira mejor  aire, está todo cerca… Queremos ayudarla. Mañana, sus 24 millones estarán   disponible para que vea que hacer…

ESTER:            ¡Gracias! ¿Y el resto de la plata cuando me la depositan?

LUZ:                 (CELEBRANDO) Tía Ester, don Julio hizo una excepción y por ser a usted, le pagó su parte de una sola vez.

ESTER:            Pero con 24 millones no alcanzo a comprarme nada. He estado mirando y un departamento sale, por lo bajo 40…y debo tener plata para vivir. SE DESMORONA…

…saqué las cuentas y entre la comida, locomoción, gastos comunes, gastos médicos, y ahora el abogado. voy a necesitar por lo menos $500.000 mensuales…no me va a alcanzar. ¿Qué hago?

LUZ:                 MOLESTA ¿¿¿Pero tía??? hicimos nuestro mayor esfuerzo. Esta casa no vale nada, además, es cuestión de organizarse. Piense bien…para que va a gastar en comprar, mejor arriende una pieza …

Tía, tenemos toda la intención de ayudarla. Por ahora usted no cumple con la edad mínima para ser socia de un hogar, pero don Julito puede hacer una excepción, la podemos llevar a un hogar no como el de mi mamá, más central, en una pieza compartida con otras viejitas…Le aseguramos que, durante los próximos 5 años, nada de lo básico le va a faltar.

Otra posibilidad es que converse con el tío Oscar, él no es rencoroso. Ojalá se puedan arreglar las cosas. El es una buena persona, mañoso, como todos los hombres pues tía.  A estas alturas, que viejo no es mañoso, además ustedes ya se conocen. Póngase en la buena con el tío…tía, el tío va a entender y así usted guarda su platita o se dedica a viajar…

Lo que si tía, se tiene que ir ahora. Ya no hay tiempo y mientras más se demore va a ser peor para usted. No se apegue a lo material, sea más budista para vivir, como lo hago yo. Usted tiene los recuerdos, que es lo importante.

Tiene que ser más práctica, menos romántica. Hoy día todo lo antiguo tiene valor, por eso conseguí a unos compradores – que me están esperando en la otra pieza – a los que les interesa comprar cachureos del barrio. Vamos a sacar platita para que nada le falte. Se lo prometo. ABRAZA A LA TÍA, MIENTRAS LA TIA LLORA EN SILENCIO.

Escena Quinta

SE INICIA LA VENTA DE GARAGE. LA TÍA SE HA QUEDADO EN UN RINCÓN.

LUZ:                 ¡Tal como les decía! ¡Bienvenidos y bienvenidas a la última casa del barrio! Todo lo que está en esta casa se vende…Hasta las plantas, hasta los dengues. Aprovechen antes que se extingan.

              ¡Sólo por hoy!

              Mañana: empezamos la demolición.

FIN

Entradas relacionadas

Deja tu comentario

error: Contenido protegido.